Recientemente grandes figuras de las criptomonedas, empresarios millonarios como Jack Dorsey de Square, Elon Musk de Tesla y Cathie Wood de Ark Invest, han intentado defender la eficiencia medioambiental de la mayor criptomoneda del mercado, Bitcoin (BTC).
En un documento elaborado con la colaboración de investigadores de la empresa de servicios financieros Square y del gestor de inversiones Ark Invest, se especifica que los mineros de la criptomoneda líder del mercado Bitcoin, pueden reforzar la eficiencia de la industria de las energías renovables actuando como compradores de electricidad de último recurso.
Algunos de los defensores más destacados de Bitcoin redactaron el documento conocido como “The Bitcoin Clean Energy Initiative”, o BCEI, que trata de contrarrestar las afirmaciones negativas que se han generado en torno a las criptomonedas, sobre todo el BTC.
Muchos afirman que “la computación necesaria para asegurar Bitcoin […] es perjudicial para el medio ambiente y está arruinando el planeta”. Sin embargo, el documento expresa detalladamente que la minería de Bitcoin incentiva la generación de electricidad, esto a partir de fuentes renovables libres de carbono, según a investigación realizada previamente.
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¿Bitcoin y la energía sostenible?
Para quienes piensan que la minería de las criptomonedas es nociva para el medioambiente, el millonario Elon Musk a través de su cuenta en twitter @elonmusk, detalló que “es verdad” lo expresado en el documento.
Por su parte, Jack Dorsey de Square indica que, aunque la energía solar y la eólica pueden producir energía más barata que los combustibles fósiles, estas fuentes renovables suelen producir una oferta excesiva cuando la demanda es baja y, por el contrario, tienen dificultades para satisfacer las necesidades de los consumidores y la industria cuando la demanda es alta.
Según los investigadores, el problema de la divergencia entre la producción renovable y la demanda de electricidad podría mitigarse construyendo un ecosistema “donde la energía solar/eólica, las baterías y la minería de Bitcoin coexistan para formar una red verde que funcione casi exclusivamente con energía renovable”.
A pesar de que la energía solar y la eólica cuestan aproximadamente entre la mitad y un tercio de los combustibles fósiles por kilovatio-hora, el documento afirma que las limitaciones geográficas de los planes de energía renovable suelen hacer que el suministro de energía sea “abundante o inexistente”.
Opiniones contrarias
Pese a que el documento defiende que la minería de Bitcoin incentiva la generación de electricidad a partir de fuentes renovables libres de carbono, hay quienes tienen opiniones contrarias al documento y sus defensores, como por ejemplo el popular analista Mati Greenspan.
Mati Greenspan a través de su cuenta en twitter @MatiGreenspan publicó que “Muy bien, voy a decirlo sin rodeos. La minería de Bitcoin es mala para el medio ambiente. #bitcoin #EarthDay2021”
Greenspan ha explicado que el informe de BCEI estaba solo “justificando el consumo masivo de energía de Bitcoin”, indicó que el enfoque del documento no parece buscar soluciones, sino justificar el enorme consumo de energía de Bitcoin.
A esto se les suma la investigación realizada a principios de este año, por la Universidad de Cambridge, quienes calcularon que Bitcoin consume 121.36 teravatios-hora al año, lo que sitúa a la red entre los 30 mayores consumidores de energía del mundo y por encima del país de Argentina.
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